Un psicólogo es un profesional de la salud mental que ayuda a las personas a superar sus dificultades y a mejorar su funcionamiento psicológico, promoviendo cambios beneficiosos y estables en sus pacientes. Para ello, aplica un tratamiento basado en un psicodiagnóstico inicial y en la intervención sobre los aspectos psicopatológicos que la persona necesite tratar: afrontamiento de miedos, estrés, decisiones, traumas, etc. Dado que en psicoterapia se tratan aspectos vulnerables de la persona, el psicólogo ha de proporcionar un clima cercano, confidencial y seguro. Además, el psicólogo debe tener amplios conocimientos sobre personalidad, psicopatología y funcionamiento psíquico humano, así como sobre técnicas y abordajes terapéuticos.
Esta es la definición que solemos tener en mente cuando hablamos de un psicólogo. En realidad, estamos hablando de los psicólogos clínicos. En España para ser psicólogo clínico o sanitario, es necesario estar en disposición del título de psicología (grado o licenciatura) y haber realizado una formación específica mediante el Master en Psicología General Sanitaria o mediante la formación P.I.R (psicólogo interno residente en contextos públicos).
Pero existen otros psicólogos que, aunque tienen la carrera de psicología, están especializados en otras áreas de aplicación. Y es que la psicología es una rama del conocimiento que estudia el comportamiento y el pensamiento humanos. Como todas las disciplinas, tiene diferentes ramas a parte de la clínica: la educativa, la social, la laboral, la investigación, la neuropsicología, etc. Así, existen psicólogos educativos, psicólogos sociales, etc.