Psicólogos especializados en Fobia social: síntomas y tratamiento

La Fobia social o trastorno de ansiedad social (TAS) es un problema psicológico importante y cada vez más frecuente. Es importante conocer sus síntomas para poder afrontarlo cuanto antes. 

Nuestros psicólogos expertos en el tratamiento de la fobia social, te ayudarán a gestionar tus miedos limitantes, a desarrollar estrategias de afrontamiento en las situaciones sociales. También podrás mejorar tus habilidades sociales. Todo ello acompañado en un espacio de seguridad y confianza.

¿Qué es la fobia social?

La Fobia social o trastorno de ansiedad social (TAS) se define como un miedo intenso que se siente al ser observado y juzgado por los demás, o cuando se anticipa que esto va a ocurrir.  Está considerado como un tipo de fobia dentro de los trastornos de ansiedad, y puede afectar o interferir a la persona en diversas área de su vida. Como en el trabajo, en centros escolares, profesionales, universitarios, etc. Así como en las actividades cotidianas del día a día; o a la hora de iniciar relaciones sociales o mantenerlas (según el manual diagnóstico DSM-5 de la American Psychiatric Association).

¿Timidez o fobia social?

Hay que diferenciar entre la timidez o incomodidad que pueden producir ciertas situaciones sociales, y la fobia social. Y es que hay personas más extrovertidas, otras más retraídas o inhibidas. Además, es habitual que la timidez aparezca en muchas personas en situaciones de exposición. Como reuniones, conocer gente nueva, que va a depender de factores de la personalidad de cada uno.

Pero, si se temen o evitan las situaciones sociales normales porque causan incomodidad constante, angustia o pánico, puede entenderse como una señal de alarma para acudir a un especialista. Y es que la fobia social se caracteriza por la aparición de miedo intenso, persistente y  desproporcionado respecto al peligro o la amenaza real de la situación. Ante ciertas situaciones o hacía un estímulo fóbico que lo produce. Por esta razón se tiende a evitar, o si se soporta, es a costa de intenso miedo-ansiedad.

▷ ¿Es raro padecer el trastorno de ansiedad social (TAS)?

Estudios epidemiológicos llevados a cabo, han puesto de manifiesto que la fobia social es un trastorno predominante en la población. Se sitúa en segundo lugar de prevalencia en diagnósticos de trastornos psicológicos. Su inicio más frecuente, es en el periodo de la adolescencia entre los 12 y 17 años de edad. A pesar de su inicio temprano, presenta un curso crónico de no realizar un tratamiento adecuado.

Está considerado como uno de los trastornos que más se diagnostica en estas poblaciones y en el contexto clínico.

Albano y Detweiler

Síntomas del Trastorno de ansiedad social (TAS)

Síntomas cognitivos: Miedo a las situaciones en las que se prevé ser juzgado y evaluado. Así como anticipar las peores consecuencias posibles a raíz de un encuentro social. También, temor a los síntomas físicos, como sonrojarse, sudar, que tiemble la voz. O miedo intenso a sufrir un ataque de pánico. Identificar siempre fallos después de haber tenido un encuentro social. Y, temor a hablar con extraños.

Síntomas emocionales: Angustia por sentirse avergonzado. También, por no saber responder de forma satisfactoria en situaciones sociales. Y, Ansiedad en los momentos previos a enfrentarse a una situación o realizar una actividad

Síntomas conductuales: Evitar situaciones en las que se pueda ser el centro de atención. O dejar de hacer actividades o de relacionarse con personas por miedo a sentir vergüenza, temor, ansiedad, etc. Y, adquirir una forma de vida que la propicia cada vez más el aislamiento.

Síntomas físicos: Rubor, latidos del corazón rápidos, temblores, sudoración, malestar estomacal o náuseas. Y, dificultad para respirar, mareos o aturdimiento. O sentir que la mente se pone en blanco

Síntomas sociales: Se evitan las situaciones o encuentros sociales. Por ello, cuando no se evitan, pueden ser muy difíciles de soportar. Ejemplos: Ir al trabajo o la escuela, Acudir a una cita, Comer frente a otras personas.

Un requisito para el diagnóstico es que la persona tiene que padecerlo una duración mínima de 6 meses.

Consecuencias de la fobia social

Sus consecuencias pueden ser graves en el desarrollo del niño o el adolescente y muy limitantes en el caso de los adultos. Provocando bajo rendimiento académico o laboral, abandono escolar, menos relaciones íntimas, mayores niveles de afectos negativos y pesimismo. Es un hecho probado, que los adolescentes con fobia social pueden ser tratados de forma más negativa por parte de sus compañeros. La fobia social puede controlar la vida de la persona en la capacidad para disfrutar de la vida. Por ellos, de no seguir un tratamiento los síntomas pueden agravarse, cronificando el trastorno. Esto puede dar lugar a:

  • Baja autoestima.
  • Relaciones sociales difíciles y cada vez más deficientes.
  • Problemas para expresar lo que uno siente, quiere u opina públicamente.
  • Abuso de sustancias como beber demasiado alcohol, consumir drogas.
  • Tendencia al dialogo interno negativo.
  • Habilidades sociales muy deficitarias.
  • Mostrar hipersensibilidad a las críticas.
  • Logros académicos y profesionales no satisfactorios y deficientes.
  • Suicidio o intentos de suicidio.

Causas de la fobia social

Se cree, que la fobia social se origina a partir de una interacción entre factores genéticos, de origen biológico y ambientales.

  • Origen hereditario:  Los trastornos de ansiedad suelen ser hereditarios en gran parte. No obstante, pueden deberse a comportamientos adquiridos y a una “forma viciada” de procesar los estímulos del contexto social.
  • El entorno: A través de conductas adquiridas a raíz de encontrarse en situaciones sociales que han sido desagradables o incómodas. Por eso, la persona desarrolla una fobia a estas situaciones donde cree que le volverá a ocurrir.
  • Modelo parental y estilo de crianza con sus hijos: También puede darse una relación de este trastorno y los comportamientos de los padres. Que sufren episodios de ansiedad ante situaciones sociales. O bien se comportan de forma más controladora o sobreprotectora con sus hijos.
  • Estructura cerebral: Una estructura cerebral llamada “el núcleo amigdalino” responsable de controlar las conductas de miedo. Puede ser hiperactivo de manera que desarrolla una respuesta ante el miedo muy elevada. Por ello, esto puede desencadenar un aumento de la ansiedad en situaciones sociales

▷ Factores de riesgo asociados a la fobia social

Varios son los factores que pueden aumentan el riesgo de contraer este trastorno. Entre ellos se pueden citar:

Antecedentes familiares

Cuando los padres biológicos o hermanos lo padecen aumentan las probabilidades de desarrollarlo.

Carácter

Los niños que son tímidos o retraídos, y se sienten muy incomodos o se niegan a enfrentarse a situaciones novedosas, pueden tener mayor riesgo.

Experiencias negativas

Niños que sufren rechazo, burlas, humillaciones o han pasado por una situación de acoso. Tanto físico como psicológico, por parte de sus compañeros en el colegio (buylling). También, a raíz de acontecimientos negativos de la vida. Como conflictos familiares, situaciones de malos tratos, ente otros.

Demandas sociales o laborales

Las nuevas exigencias en el mercado laboral, como realizar exposiciones o pronunciar discursos en público son situaciones que pueden disparar un cuadro de fobia social. Habitualmente, en personas que habían comenzado con síntomas en el periodo de la adolescencia.

Apariencia distinta o padecer una enfermedad

Enfermedades que producen múltiples tics, tartamudeo, desfiguración facial, pueden ser factores que provocan fobia social.

▷ ¿Qué medidas se pueden adoptar para reducir el impacto?

  • Solicitar ayuda. Es más difícil de tratar si no se busca ayuda de forma temprana. Ya que el trastorno se puede cronificar con empeoramiento de los síntomas.
  • Elaborar un diario personal donde anotar por un lado las situaciones más temidas y asociadas a la aparición de síntomas. Y por otro, aquellas en las que se perciba cierto control. Así. esto ayudará al terapeuta a reconocer las causas de estrés desencadenantes. Y también, a identificar aquellos factores que parecen ayudar a sentirse mejor.
  • Establecer prioridades en la vida que puedan ayudar a disminuir la ansiedad.
  • Administrar bien el tiempo y la energía personal.
  • Pasar tiempo realizando actividades gratificantes, con las que disfrutar.
  • Evitar el consumo de sustancias no saludables como alcohol, drogas, etc, que elevan los niveles de ansiedad. Abandonar el consumo también puede activar la ansiedad. Si no se pueden dejar, consultar a un médico para poner tratamiento. O, solicitar integrarse en un grupo de ayuda.

Otros trastornos asociados con la fobia social

Dentro de los trastornos de ansiedad, la fobia social está considerada el trastorno mayormente asociado a la depresión. Por ello, esta asociación produce mayor severidad de los síntomas. También, está asociado a otros problemas como el consumo de sustancias, un inicio más temprano de la enfermedad y un mayor riesgo de suicidio.

Además, los pacientes con trastorno bipolar muestran una asociación elevada con la fobia social. Siendo el trastorno de ansiedad que mayormente aparece en estos pacientes. En cuanto a los trastornos de la personalidad.