Síntomas para detectar un ataque de ansiedad

Síntomas de un ataque de ansiedad | Por Laura Baliña, psicóloga

Si estás buscando cuál es la sintomatología de un ataque de ansiedad, quizá sea porque en algún momento hayas experimentado cambios en tu cuerpo como aumento de las pulsaciones, falta de aire o mucho miedo por lo que pueda sucederte en ese momento.

En este post encontrarás más información para saber identificar cómo es un ataque de ansiedad y los síntomas que suelen presentarse.

SOLICITA INFORMACIÓN

1 ¿Qué es un ataque de ansiedad o ataque de pánico?
2 ¿Cuáles son los síntomas de un ataque de ansiedad?
3 ¿Quién tiende a sufrir los síntomas de un ataque de ansiedad?
4 ¿Cuándo aparecen los síntomas de un ataques de ansiedad?
5 Repercusiones a largo plazo los ataques de ansiedad
6 ¿Por qué aparece una crisis de ansiedad y qué debo hacer?
7 Síntomas de un ataque de pánico: Tratamiento

¿Qué es un ataque de ansiedad o ataque de pánico?

Un ataque de ansiedad es una experiencia angustiosa que nos aborda de forma inesperada y repentina causándonos un profundo malestar tanto físico como psicológico. Durante un ataque de ansiedad se producen muchos cambios en nuestro cuerpo en un intervalo muy breve de tiempo, de forma repentina y sin previo aviso, y alcanzando su máximo nivel en pocos minutos. Generalmente cursan con un aumento de las pulsaciones, una dificultad a la hora de respirar, opresión en el pecho, sudoración y mucho miedo.

A estos ataques de ansiedad también se les conoce como crisis de ansiedad, ataques de pánico o crisis de angustia. Para la psicología clínica ,una crisis de angustia es un tipo específico de trastorno de ansiedad. Entre los que también se encuentran las fobias, el trastorno de ansiedad generalizada, el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), etc.

CONOCE MÁS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

Aunque los síntomas de un ataque de ansiedad generan un intenso malestar, no suponen un riesgo grave para la salud a corto plazo. Sin embargo, es necesario tratarlos para evitar que derive en un trastorno más grave de ansiedad.

¿Cuáles son los síntomas de un ataque de ansiedad?

Los síntomas que cursan con las crisis de ansiedad se producen tanto a nivel físico como psicológico. Una característica ya mencionada de estos episodios es cómo aparecen: sin previo aviso, de forma repentina, y alcanzando un nivel muy elevado en cuestión de pocos minutos, llegando a perdurar unos minutos más. Estas crisis suelen durar entre 10 y 20 minutos, llegando a su nivel más elevado en los primeros 10. Pese a que pueda llegar a darse, un ataque de pánico no tiende a permanecer más de una hora.

Cada persona pueden cursar con sus propias particularidades. Sin embargo, se considera que una persona tiene un ataque de ansiedad cuando cumple, al menos, cuatro de los síntomas que se describen a continuación, incluyéndose tanto los síntomas a nivel físico como a nivel psicológico.

▷ Síntomas a nivel físico

El corazón se acelera
La frecuencia cardiaca puede aumentar, llegando a presentarse taquicardias.
Dificultades en la respiración
Se produce una respiración corta y rápida, con sensación de ahogo y de falta de aire.
Mareo
Llegando incluso a producirse desmayos.
Sensación de inestabilidad
Se puede percibir una falta de equilibrio.
Sensación de hormigueo o entumecimiento
Esta sensación tiende a darse principalmente en los brazos o en las piernas.
Opresión en el pecho
Aumento de la sudoración o escalofríos
Temblores
Náuseas o dolor de tripa o abdominal

▷ Síntomas a nivel psicológico

Debido a la cantidad de cambios físicos que se experimentan, la persona principalmente tiende a experimentar miedos a nivel psicológico:

Miedo a sufrir un infarto
Debido a que los síntomas físicos son similares a los de un infarto de miocardio, es muy común que la persona sienta que está experimentando un infarto de este tipo, con el consecuente miedo que esto produce.
Miedo a perder el control
Esto se asocia principalmente con perder el control sobre sí mismos o “volverse locos”.
Miedo a morir
Independientemente del miedo a sufrir un infarto, la persona puede experimentar miedo a morir por otras razones.
Sensación de irrealidad
Además de estos miedos, la persona puede sentir que alrededor suyo las cosas no son reales, o que tienen un aspecto distinto y que no reconoce.
Miedo a desmayarse

¿Quién tiende a sufrir los síntomas de un ataque de ansiedad?

Las crisis de angustia son relativamente comunes, ya que afectan aproximadamente a un 11% de la población. Tienden a afectar más a las mujeres que a los hombres, y principalmente jóvenes, de entre 18 y 35 años.

Los ataques de ansiedad pueden suceder de forma totalmente aislada, sin embargo, pueden darse en personas que presenten ciertos problemas físicos, como hipertiroidismo, consumo de alcohol o drogas, etc.

También, pueden suponer un síntoma en sí de otro de los trastornos de ansiedad, como la agorafobia, la fobia social u otros tipos de fobias. Especialmente significativa es la relación que existe entre el ataque de ansiedad y la agorafobia.

¿Cuándo aparecen los síntomas de un ataques de ansiedad?

Los ataques de pánico suelen darse en etapas de la vida en las cuales la persona experimenta un estrés continuado. Sin embargo, el momento concreto en el que se presentan no ha de ser un momento que se perciba con ansiedad previamente, sino que pueden comenzar los síntomas en un contexto y un momento tranquilos para la persona.

Una vez la persona ha experimentado un ataque de ansiedad, es probable que tenga miedo de volver a sufrirlo. Y es este propio miedo y preocupación porque vuelva a ocurrir, lo que puede desencadenar una nueva crisis.

En los casos en los cuales la persona experimenta crisis de ansiedad recurrentes se habla de trastorno de pánico.

Los ataques de ansiedad o de pánico se suceden cuando atravesamos etapas vitales caracterizadas por un estrés constante.

Repercusiones a largo plazo los ataques de ansiedad

Realmente, a nivel físico un ataque de ansiedad no tiene porqué suponer un problema a largo plazo, ya que no suponen un riesgo grave para la salud. Sin embargo, a nivel psicológico sí puede suponer un problema. Si los ataques no son tratados correctamente desde un inicio, pueden aparecer a la larga ciertas psicopatologías. Especialmente dos:

El trastorno de pánico.
La agorafobia.

Ambas tienen en común el componente del miedo a poder sufrir otro de estos episodios.

Además, cabe destacar que el hecho de si la personas no posee herramientas para afrontar este miedo, puede desembocar también en depresión o en consumo de sustancias. Estas dos últimas consecuencias pueden darse excepcionalmente en aquellas personas que se sientan muy desbordadas por el problema. Sin embargo, solo se produce en casos muy extremos y cuando existen cierta predisposición o cuando en su contexto existe algún detonante.

#1 Trastorno de pánico

El trastorno de pánico es una psicopatología enmarcada en los trastornos de ansiedad. Este tiene como característica principal la manifestación de ataques de ansiedad recurrentes. Esto implica que posee una sintomatología igual a la de los ataques de pánico: una activación general del cuerpo acompañada de mucho miedo por las consecuencias en un periodo muy breve de tiempo.

Sin embargo, la diferencia entre un ataque de ansiedad y el trastorno de pánico radica en la recurrencia con la que se dan los ataques de ansiedad. Mientras que un ataque de ansiedad supone un hecho aislado, en el trastorno de pánico los ataques de ansiedad se dan de forma recurrente, de manera que para poder diagnosticar este trastorno deben darse ataques de ansiedad de forma repetida e inesperada y entre un episodio y otro se experimenta mucho miedo a que vuelva a suceder.

Este trastorno lo presentan entre un 1 y un 3% de la población, y generalmente tienden a ser mujeres jóvenes, al igual que en el ataque de ansiedad. Pese a que no parezcan cifras muy elevadas, si son consultas relativamente comunes.

▷ El trastorno de pánico, ¿por qué llega a producirse?

No se conocen totalmente las causas que pueden existir tras el trastorno de pánico, sin embargo, según algunos estudios puede llegar a producirse por factores genéticos o a nivel cerebral.

Por otra parte, tras un primer ataque de ansiedad es normal tener miedo a sufrir otra crisis, y el propio miedo puede convertirse en el desencadenante de otros episodios.

De esta manera se crea como un círculo en la que una crisis de ansiedad genera miedo a que se repita, y la tensión de ese propio miedo puede provocar que realmente llegue a presentarse. Al llegar a estas representaciones recurrentes es normal que el miedo y el malestar vayan en aumento, así como la frecuencia de las crisis, y de esta forma podemos encontrarnos ante el trastorno de pánico.

#2 Agorafobia

La agorafobia se caracteriza por un miedo patológico desproporcionado, irracional e involuntario, que tiende a manifestarse en situaciones en las cuales la persona se siente indefensa ante la posibilidad de que se dé una crisis de ansiedad o alguno de sus síntomas. En estas situaciones, la persona siente que no puede escapar o que no puede recibir ayuda de forma inmediata.

Precisamente por el miedo a no poder escapar de la situación, los síntomas tienden a producirse en lugares públicos, en los cuales la salida sea difícil (como por ejemplo el transporte público) o con mucha gente. Además, con el fin de poder recibir ayuda de forma inmediata, es común que la persona que llega a presentar agorafobia suela ir acompañada en todo momento. Por su parte, con el fin de evitar la aparición de los síntomas, la persona suele evitar ese tipo de contextos.

La agorafobia se presenta con una frecuencia menor que los ataques de ansiedad o el trastorno de pánico, manifestándose en un 0.3% de la población. También tiende a presentarse en mayor frecuencia en mujeres jóvenes. Algunos estudios han demostrado que esto puede deberse a factores genéticos que se presentan en las mujeres. Respecto a esto, también se ha visto que cuanto antes aparezca, mayor parece ser dicha carga genética y peor la evolución. Sin embargo, al igual que la mayoría de problemas psicológicos, cuanto antes se pida ayuda mejor suele ser el pronóstico.

▷ Causas de la agorafobia

En base a algunos autores, la agorafobia se desencadena en tres pasos, relacionados con los ataques de ansiedad y el trastorno de pánico. Siguiendo esto, en primer lugar, se desencadenaría un ataque de ansiedad inicial, y tras esto, el consiguiente miedo que puede llegar a producir el hecho de llegar a tener otra crisis y que este desencadene en más ataques de ansiedad.

Posteriormente, con el fin de poder controlar la situación y evitar que los ataques se repitan, la persona puede comenzar a realizar conductas de evitación de las situaciones que cree que puede precipitar un ataque, tales como evitar sitios con muchas personas o sitios cerrados.

Esta fase, en la cual se evitan situaciones, es la que se considera la última, la que puede suponer un cuadro agorafóbico, ya que llega a ser la más difícil de llevar para la persona que lo sufra.

¿Por qué aparece una crisis de ansiedad y qué debo hacer?

Por lo general, los ataques de ansiedad se relacionan con etapas de alto estrés en la vida de la persona (sobre carga laboral, pérdidas difíciles, etc.). Y aunque existen varios factores explicativos generales, lo cierto es que cada persona tiene su propia historia relacionada con los ataques de ansiedad. Así que conocer los motivos personales que pueda desencadenar un ataque de ansiedad, así como saber cómo actuar, proporciona herramientas para poder abordarlos, tanto en el propio momento como a largo plazo.

Para entender estos motivos personales, o la sintomatología que presenta el propio individuo, puede resultar de mucha utilidad comenzar un proceso de terapia psicológica.

CÓMO ACTÚO ANTE UN ATAQUE DE PÁNICO

La terapia psicológica ayuda a ahondar en los motivos personales que desencadenan los síntomas propios de las crisis de ansiedad.

Síntomas de un ataque de pánico: Tratamiento

En Alcea buscamos un tratamiento individualizado para la persona, desde el cual ésta se sienta protagonista de su propio proceso de autoconocimiento y de cambio. Como se ha mencionado, el hecho de explorarse sirve para conocer cuáles pueden ser las causas subyacentes a estas crisis de ansiedad, y a raíz de conocerlas empezar a superarlas y a abordarlas.

Por otra parte, imaginamos el profundo malestar que puede originar la incertidumbre de volver a sufrir una crisis de ansiedad, por esto, proporcionar las herramientas de control de la respiración y de relajación desde el inicio de la terapia supone un recurso muy útil para poder combatir, en cierta medida, el miedo.

De esta manera, se pretende dar a la persona unas herramientas universales desde el inicio de la terapia, con el fin de poder abordarlo de cara a las posibles siguientes crisis, mientras se ahonda en las causas y soluciones individuales.

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