¿Qué es la Inteligencia Emocional y cómo potenciarla?

Inteligencia emocional | Por Amanda López, psicóloga

En este artículo te explicamos qué es la inteligencia emocional y por qué son tan importantes las emociones. También veremos, cómo la inteligencia emocional nos ayuda a gestionar mejor nuestros estados emocionales. Todo ello, para sentirnos mejor y conseguir las cosas que nos proponemos.

Hasta hace relativamente poco, ser inteligente estaba directamente relacionado con el rendimiento académico. Hoy sabemos que la inteligencia emocional es una capacidad que nos ayuda a resolver problemas con mayor probabilidad de éxito. Y la que potencia nuestro bienestar en cualquier ámbito de la vida.

¿Qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional es la capacidad de acceder a los eventos internos (emociones, sensaciones corporales, pensamientos e impulsos de acción), reflexionar sobre ellos, y utilizarlos o transformarlos para aumentar el éxito y bienestar en los distintos ámbitos de la vida. Entre ellos, identificar, interpretar y relacionarnos de forma saludable con los estados emocionales propios y los de los demás.

Para potenciar esta capacidad, necesitamos información y aprender a usarla a nuestro favor en el día a día. Es decir, saber cómo funciona nuestro sistema emocional. Cómo identificar y dar sentido a las emociones. También podemos aprender a usar los recursos personales para actuar en dirección a nuestras metas. Y transformar los estados emocionales si no son saludables.

¿Porqué son tan importantes nuestros emociones y sentimientos?

Nuestras emociones cumplen un importante papel en nuestras vidas. Muchas veces sin que seamos conscientes de ello. Así, la mayor parte de las decisiones que vamos tomando diariamente, vienen condicionadas en gran medida por nuestras emociones. Desde elecciones de compra, hasta elecciones personales de amigos, parejas, etc.

Y es que las emociones tienen una función fundamental sobre nuestro cerebro que busca sobrevivir como motivación principal. Así, el cerebro realiza un proceso de análisis de la información proveniente de los sentidos. Para después darnos una respuesta que se manifiesta en forma de sensaciones corporales, impulsos y pensamientos. Esta respuesta cerebral es lo que llamamos emoción. Una información interna que nos indica si algo es agradable o desagradable. Y que nos impulsa a realizar la acción que sea mejor para nuestra supervivencia. Como evitar un peligro (miedo), continuar en una relación placentera y segura (amor), modificar una conducta inadecuada (culpa), etc.

Sin embargo, muchas veces el aprendizaje social que hemos realizado obstaculiza este análisis vital para nuestro bienestar. Frecuentemente, ante ciertas emociones naturales, como la tristeza o el enfado, nos sintamos mal porque hayamos aprendido que no son emociones correctas. O por el contrario no hayamos aprendido a auto-controlarnos y nos desbordemos y actuemos de manera desproporcionada al contexto.