Psicólogo ansiedad social en Madrid
La ansiedad social, también conocida como fobia social, es un trastorno psicológico que afecta cada vez a más personas. Reconocer sus síntomas es el primer paso para enfrentarlo de manera eficaz.
En nuestro centro, contamos con psicólogos especialistas en fobia social en Madrid. Nuestro objetivo es ayudarte a superar esos miedos que te limitan y a desarrollar herramientas para manejar situaciones sociales. Además, trabajaremos contigo para mejorar tus habilidades sociales en un entorno donde te sientas seguro y comprendido.
Nuestro psicólogo ansiedad social en Madrid te acompañará en este camino, proporcionando un espacio de confianza para que recuperes el control y disfrutes plenamente de tus interacciones sociales.
- 1 Psicólogo ansiedad social en Madrid: qué es la fobia social
- 2 Timidez o fobia social: psicólogo ansiedad social en Madrid
- 3 Síntomas a tratar por el psicólogo ansiedad social en Madrid
- 4 Psicólogo ansiedad social en Madrid: consecuencias de la fobia social
- 5 Psicólogo ansiedad social en Madrid: causas de la fobia social
- 6 Otros trastornos asociados con la fobia social por el psicólogo ansiedad social en Madrid
- 7 Tratamiento del psicólogo ansiedad social en Madrid
- 8 Fobia social: especialistas
La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social (TAS), es un miedo intenso a ser observado y juzgado por los demás, o incluso a anticipar que esto pueda ocurrir. Este trastorno, clasificado como un tipo de fobia dentro de los trastornos de ansiedad, puede tener un impacto significativo en distintas áreas de la vida de quien lo padece.
Según el manual diagnóstico DSM-5 de la American Psychiatric Association, la fobia social puede dificultar el desempeño en el trabajo, en entornos escolares, profesionales o universitarios. Además, afecta las actividades cotidianas más simples y supone un desafío a la hora de iniciar o mantener relaciones sociales. Este trastorno no solo limita las interacciones sociales, sino que puede condicionar gravemente el bienestar general del individuo.
Es importante distinguir entre la timidez o incomodidad que pueden surgir en ciertas situaciones sociales y la fobia social. Algunas personas son más extrovertidas, mientras que otras pueden ser más retraídas o reservadas. Además, es común que la timidez aparezca en momentos de exposición, como en reuniones o al conocer gente nueva, dependiendo de los rasgos de personalidad de cada individuo.
Sin embargo, cuando se evitan o temen situaciones sociales habituales debido a una incomodidad constante, angustia o incluso pánico, esto puede ser una señal de alarma para acudir a un especialista. La fobia social se caracteriza por un miedo intenso, persistente y desproporcionado en relación con el peligro real de la situación o frente a un estímulo que lo desencadena. Como resultado, la persona tiende a evitar estas situaciones o las enfrenta con un nivel de ansiedad extremo, lo que puede afectar significativamente su bienestar.
▷ ¿Es raro padecer el trastorno de ansiedad social (TAS)?
Estudios epidemiológicos llevados a cabo, han puesto de manifiesto que la fobia social es un trastorno predominante en la población. Se sitúa en segundo lugar de prevalencia en diagnósticos de trastornos psicológicos. Su inicio más frecuente, es en el periodo de la adolescencia entre los 12 y 17 años de edad. A pesar de su inicio temprano, presenta un curso crónico de no realizar un tratamiento adecuado.
Está considerado como uno de los trastornos que más se diagnostica en estas poblaciones y en el contexto clínico.
Albano y Detweiler
Síntomas cognitivos:
Miedo a las situaciones en las que se prevé ser juzgado y evaluado. Así como anticipar las peores consecuencias posibles a raíz de un encuentro social. También, temor a los síntomas físicos, como sonrojarse, sudar, que tiemble la voz. O miedo intenso a sufrir un ataque de pánico. Identificar siempre fallos después de haber tenido un encuentro social. Y, temor a hablar con extraños.
Síntomas emocionales:
Angustia por sentirse avergonzado. También, por no saber responder de forma satisfactoria en situaciones sociales. Y, Ansiedad en los momentos previos a enfrentarse a una situación o realizar una actividad
Síntomas conductuales:
Evitar situaciones en las que se pueda ser el centro de atención. O dejar de hacer actividades o de relacionarse con personas por miedo a sentir vergüenza, temor, ansiedad, etc. Y, adquirir una forma de vida que la propicia cada vez más el aislamiento.
Síntomas físicos:
Rubor, latidos del corazón rápidos, temblores, sudoración, malestar estomacal o náuseas. Y, dificultad para respirar, mareos o aturdimiento. O sentir que la mente se pone en blanco
Síntomas sociales:
Se evitan las situaciones o encuentros sociales. Por ello, cuando no se evitan, pueden ser muy difíciles de soportar. Ejemplos: Ir al trabajo o la escuela, Acudir a una cita, Comer frente a otras personas.
Un requisito para el diagnóstico es que la persona tiene que padecerlo una duración mínima de 6 meses.
Sus consecuencias pueden ser graves en el desarrollo del niño o el adolescente y muy limitantes en el caso de los adultos. Provocando bajo rendimiento académico o laboral, abandono escolar, menos relaciones íntimas, mayores niveles de afectos negativos y pesimismo. Es un hecho probado, que los adolescentes con fobia social pueden ser tratados de forma más negativa por parte de sus compañeros. La fobia social puede controlar la vida de la persona en la capacidad para disfrutar de la vida. Por ellos, de no seguir un tratamiento los síntomas pueden agravarse, cronificando el trastorno. Esto puede dar lugar a:
- Baja autoestima.
- Relaciones sociales difíciles y cada vez más deficientes.
- Problemas para expresar lo que uno siente, quiere u opina públicamente.
- Abuso de sustancias como beber demasiado alcohol, consumir drogas.
- Tendencia al dialogo interno negativo.
- Habilidades sociales muy deficitarias.
- Mostrar hipersensibilidad a las críticas.
- Logros académicos y profesionales no satisfactorios y deficientes.
- Suicidio o intentos de suicidio.
Se cree, que la fobia social se origina a partir de una interacción entre factores genéticos, de origen biológico y ambientales.
- Origen hereditario: Los trastornos de ansiedad suelen ser hereditarios en gran parte. No obstante, pueden deberse a comportamientos adquiridos y a una “forma viciada” de procesar los estímulos del contexto social.
- El entorno: A través de conductas adquiridas a raíz de encontrarse en situaciones sociales que han sido desagradables o incómodas. Por eso, la persona desarrolla una fobia a estas situaciones donde cree que le volverá a ocurrir.
- Modelo parental y estilo de crianza con sus hijos: También puede darse una relación de este trastorno y los comportamientos de los padres. Que sufren episodios de ansiedad ante situaciones sociales. O bien se comportan de forma más controladora o sobreprotectora con sus hijos.
- Estructura cerebral: Una estructura cerebral llamada “el núcleo amigdalino” responsable de controlar las conductas de miedo. Puede ser hiperactivo de manera que desarrolla una respuesta ante el miedo muy elevada. Por ello, esto puede desencadenar un aumento de la ansiedad en situaciones sociales
▷ Factores de riesgo asociados a la fobia social
Varios son los factores que pueden aumentan el riesgo de contraer este trastorno. Entre ellos se pueden citar:
Antecedentes familiares
Cuando los padres biológicos o hermanos lo padecen aumentan las probabilidades de desarrollarlo.
Carácter
Los niños que son tímidos o retraídos, y se sienten muy incomodos o se niegan a enfrentarse a situaciones novedosas, pueden tener mayor riesgo.
Experiencias negativas
Niños que sufren rechazo, burlas, humillaciones o han pasado por una situación de acoso. Tanto físico como psicológico, por parte de sus compañeros en el colegio (buylling). También, a raíz de acontecimientos negativos de la vida. Como conflictos familiares, situaciones de malos tratos, ente otros.
Demandas sociales o laborales
Las nuevas exigencias en el mercado laboral, como realizar exposiciones o pronunciar discursos en público son situaciones que pueden disparar un cuadro de fobia social. Habitualmente, en personas que habían comenzado con síntomas en el periodo de la adolescencia.
Apariencia distinta o padecer una enfermedad
Enfermedades que producen múltiples tics, tartamudeo, desfiguración facial, pueden ser factores que provocan fobia social.
▷ Qué medidas se pueden adoptar para reducir el impacto
- Solicitar ayuda de un psicólogo ansiedad social en Madrid. Es más difícil de tratar si no se busca ayuda de forma temprana. Ya que el trastorno se puede cronificar con empeoramiento de los síntomas.
- Elaborar un diario personal donde anotar por un lado las situaciones más temidas y asociadas a la aparición de síntomas. Y por otro, aquellas en las que se perciba cierto control. Así. esto ayudará al terapeuta a reconocer las causas de estrés desencadenantes. Y también, a identificar aquellos factores que parecen ayudar a sentirse mejor.
- Establecer prioridades en la vida que puedan ayudar a disminuir la ansiedad.
- Administrar bien el tiempo y la energía personal.
- Pasar tiempo realizando actividades gratificantes, con las que disfrutar.
- Evitar el consumo de sustancias no saludables como alcohol, drogas, etc, que elevan los niveles de ansiedad. Abandonar el consumo también puede activar la ansiedad. Si no se pueden dejar, consultar a un médico para poner tratamiento. O, solicitar integrarse en un grupo de ayuda.
Dentro de los trastornos de ansiedad, la fobia social es uno de los más frecuentemente asociados a la depresión. Esta combinación no solo intensifica la severidad de los síntomas, sino que también complica el tratamiento y el pronóstico de ambos trastornos. La coexistencia de la fobia social con la depresión puede generar un círculo vicioso en el que el aislamiento social propio del trastorno de ansiedad incrementa los sentimientos de desesperanza y tristeza, características principales de la depresión.
Además, esta asociación no se limita únicamente a la depresión. La fobia social también está vinculada con un mayor riesgo de desarrollar otros problemas psicológicos y conductuales, como el consumo de sustancias. El abuso de alcohol o drogas puede surgir como una forma de automedicación para afrontar la ansiedad en situaciones sociales, agravando a su vez las consecuencias del trastorno. Asimismo, un inicio más temprano de la fobia social se asocia con un mayor riesgo de intentos de suicidio, lo que subraya la importancia de una intervención temprana de un psicólogo ansiedad social en Madrid.
En cuanto a su relación con otros trastornos, la fobia social es el trastorno de ansiedad que con mayor frecuencia aparece en pacientes con trastorno bipolar. En este caso, los episodios de manía o hipomanía pueden alternarse con períodos de intensa ansiedad social, lo que complica aún más la estabilidad emocional y social del paciente. Por otro lado, en el contexto de los trastornos de la personalidad, la fobia social suele coexistir con trastornos como el de personalidad evitativa. Este último comparte características como el miedo al rechazo y la tendencia al aislamiento, aunque con diferencias en su origen y manifestación.