Problemas de pareja frecuentes en consulta
Actualmente los problemas de pareja están a la orden del día. Y es que las relaciones de pareja son una montaña rusa de emociones, momentos felices y desafíos. A lo largo del camino, es común que las parejas se enfrenten a una variedad de problemas que pueden poner a prueba su vínculo y bienestar común e individual. Te contamos aquí los problemas de pareja más frecuentes, así como las estrategias para afrontarlos con éxito tanto en terapia de pareja como en terapia individual.
Los 8 Problemas de pareja más frecuentes
Aunque cada pareja tiene una historia única construida y presenta unas particularidades que hay que conocer bien, lo cierto es que muchas parejas suelen enfrentarse a problemáticas similares. Es importante conocer cuáles son los problemas que principalmente afectan a las parejas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de ambos, y de su familia y entorno si lo hubiera. Afortunadamente, la terapia de pareja es una herramienta clínica muy útil tanto para diagnosticar, como para tratar los principales problemas de pareja presentes en la relación.
#1 Comunicación Deficiente: discusiones y silencios
Todas las parejas desarrollan un lenguaje común que en ciertos casos puede ser ineficiente. La incapacidad para expresar adecuadamente sentimientos, necesidades y preocupaciones puede generar malentendidos y resentimientos. Así, los reproches aparecen para comunicar o exigir al otro lo que queremos. También los silencios o la falta de comunicación frenan la convivencia. Estos fallos comunicativos dificultan los procesos de negociación y generan más crispación o distanciamiento.
La comunicación guía a la comunidad al entendimiento, intimidad y valoración mutua.
Rollo May
#2 Diferencias en Valores y Expectativas, incompatibilidad
Cuando las parejas tienen valores y expectativas diferentes y opuestas en áreas tan importantes como el dinero, la crianza de los hijos o el estilo de vida, pueden surgir tensiones y conflictos. Y es que no solo la atracción física y el amor son importantes. También lo es llegar a acuerdos en cuestiones prácticas de la vida.
También, las parejas descubren que tienen diferencias fundamentales en personalidad, intereses o metas a largo plazo. Y es que cuando dos personas unen sus vidas intercambian dos maneras de ser y dos tipos de experiencias previas. Cada uno aporta un estilo de apego (su forma de vincularse con el otro) y una personalidad que pueden entrar en conflicto. Además, las relaciones pasadas han podido dejar una huella negativa en algún miembro, aportando miedos, inseguridades, conductas viciadas, etc.
#3 Problemas de confianza: infidelidades, celos, suspicacias, etc.
La confianza es la piedra angular de cualquier relación saludable. Sin embargo, la desconfianza puede surgir debido a mentiras, infidelidades, engaños pasados o comportamientos poco fiables. O sencillamente porque algún miembro de la pareja (o los dos) presenta algún problema de desconfianza o celos. Aquí pueden aparecer discusiones, reproches y estrategias de control al otro.
#4 Problemas Sexuales de pareja
Las diferencias en el deseo sexual, la disfunción eréctil, la falta de satisfacción sexual y otros problemas pueden afectar negativamente la relación y la intimidad. Así, es común que las personas en pareja se sientan asustadas por la falta de deseo del otro, frustradas, avergonzadas, etc. Y esto a su vez, limite más la calidad de la vida sexual en pareja.
#5 Falta de Compromiso, dudas, inestabilidad
El compromiso es esencial para el éxito de cualquier relación de pareja. Cuando uno o ambos miembros de la pareja no están comprometidos completamente, o tienen dudas, o «van y vienen», pueden surgir problemas de confianza, inseguridad y resentimiento. Esto suelen generar mucho sufrimiento para ambos miembros, y ser fuente de discusiones y tensiones activas. Además de generar mucho malestar en las relaciones de idas y venidas, dónde la inestabilidad puede producir mucho dolor.
#6 Conflictos de Roles y Responsabilidades
Las diferencias en roles y responsabilidades dentro de la relación, ya sea en el hogar, en el trabajo o en la crianza de los hijos, pueden generar tensiones y resentimientos. Frecuentemente el reparto de roles no se negocia y pueden surgir desequilibrios y por lo tanto mucho malestar y reproches.
#7 Estrés externo y falta de tiempo de calidad
Ciertas situaciones de la vida pueden ser unos potentes activadores del malestar en pareja. Por ejemplo la llegada de un bebé a la familia, el desempleo, la jubilación, la marcha de los hijos, las tensiones económicas, etc. Si todas estas situaciones vitales no se gestionan adecuadamente, tanto a nivel individual, como en común, la pareja puede verse afectada, ya que aumenta la probabilidad de conflictos y discordia.
Además, en la vida agitada de hoy en día, es fácil descuidar el tiempo dedicado exclusivamente a la pareja. La falta de tiempo de calidad puede conducir a la desconexión emocional y a la sensación de que la relación está siendo relegada a un segundo plano.
#8 Crisis de pareja
Las crisis de pareja son momentos de alto riesgo sobre la continuidad de la pareja e implican altas dosis de ansiedad, incertidumbres, miedos y desesperanza. Ya sea porque el clima de tensiones y conflictos se ha recrudecido y resulta insoportable, o porque la desgana y la falta de motivación y distanciamiento se han instalado entre los dos, la realidad es que la relación está en peligro.
Los conflictos no resueltos generan una inercia destructiva que las parejas no son capaces de parar. Si la pareja ha intentado solucionar sin éxito su malestar, se van cronificando y acumulando las emociones negativas: insatisfacción, indignación, resignación. Este desgaste emocional deteriora a su vez más la relación al limitar la búsqueda de soluciones. Así que es común que ambos se sientan frustrados, desbordados y sin saber qué hacer, porque las estrategias que han ido utilizando para encarar los conflictos ya no funcionan. La intervención es estos casos si se quiere salvar la relación es fundamental.
Si no estás en pareja estos son los problemas amorosos más frecuentes
Muchas personas acuden a terapia individual para tratar temas relacionados con las relaciones de pareja, aun sin tener pareja. Los problemas de pareja más frecuentes en estos casos son:
- Rupturas y divorcios. Sin duda uno de los motivos de consulta más frecuentes en las consultas de los psicólogos a lo largo del mundo. Especialmente cuando te rompen el corazón, tu vida se desestabiliza y sufres muchísimo. En ocasiones hasta el punto de limitar tu vida con pensamientos obsesivos, emociones descontroladas, mucho miedo, el dolor terrible de la pérdida, etc.
- Dificultades en encontrar pareja. Muchas personas viven con culpa y vergüenza el hecho de no conectar con alguien que les acompañe en la vida. Así, ya sea por timidez, por haber vivido rechazos repetidos, por baja autoestima, algunas personas tienen verdaderos problemas a la hora de entablar una relación íntima.
- Repetición de «malas» relaciones o experiencias. «¿Porqué siempre me pasa lo mismo? ¿siempre caigo en la misma relación una y otra vez?». La realidad es que inconscientemente tendemos a repetir patrones a la hora de elegir pareja y luego repetir ciertos patrones incorrectos de relacionarnos.
- Miedo a la soltería. Personas que tienen miedo para estar sin pareja, o lo viven como algo «malo», o que tienen algo «malo». En ciertos casos podríamos a hablar de dependencia emocional.
- Miedo al compromiso. Especialmente en personas que, generalmente por miedo a sufrir, temen entablar vínculos afectivos duraderos, aunque cuando eso les provoca malestar.