Psicólogos Madrid Opiniones y Testimonios
Psicólogos Madrid Opiniones. En esta sección te presentamos los testimonios de algunos pacientes que han hecho un proceso de psicoterapia en Alcea. Así, podrás conocer cómo han vivido su terapia, qué problemas tienen y qué han conseguido. Sin duda, las opiniones de nuestros pacientes son muy importantes para nosotros. Ya que reflejan el resultado de nuestro trabajo. Y sobre todo porque nos es muy grato observar cómo muchas personas han podido resolver sus problemas psicológicos y sentirse mejor. Si has hecho tu terapia con nosotros y quieres compartir tu testimonio, puedes mandárnoslo.
Lucía es una excelente profesional, sabe acompañarte en tu proceso de trabajo personal sin invadir tu espacio ni generar dependencia emocional. Hace fácil lo complicado. Y te tiende la mano para que puedas recorrer tu propio camino. Así que mi trayectoria terapéutica con Lucía ha sido excelente.
Mercedes, 40 años, terapeuta y formadora
Testimonio de terapia para psicólogos
Si necesitas ayuda, creo que es de lo mejorcito que te puedes encontrar en Madrid. Ya que es un formidable profesional con muchísimo conocimiento. Con mi terapeuta me vienen palabras como respeto, confianza, cuidado, escucha, humano, y que te ayuda a resolver tus conflictos, algunos muy profundos. Gracias de nuevo.
Jorge, 41 años, project manager
Testimonio de psicoterapia
Hace un tiempo ocurrieron en mi vida una serie de hechos que se concatenaron en poco tiempo. Esto me hizo sentir que estaba perdida; me encontré sin objetivos y con la sensación de que esos frentes que se me abrían no era capaz de abordarlos y me sentía ahogada por ellos. Por suerte escuché a una buena amiga que había pasado en su momento por una situación parecida, ella me dio el contacto de ALCEA.
Mi experiencia en Alcea
Desde el primer momento de contactar con ellos sentí cercanía y confianza, importante para atreverme a dar el paso e iniciar un camino desconocido hasta ese momento para mí.
Su atención y acompañamiento en el proceso que he llevado a cabo han sido la clave. Me han ayudado a enfrentarme, conocerme y reconocerme de otra manera. Simplemente creo que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Sólo puedo daros las gracias.
Berta, 35 años, maestra
Testimonio de psicoterapia
Con Lucía hay tantos frutos: he crecido en autonomía, he mejorado la relación conmigo misma y con los que me rodean, he conseguido disfrutar de mi ser y de quien soy aceptándome imperfecta pero creyéndome tan valiosa como ahora sé que soy.
Amalia, 43 años, psicoterapeuta
Testimonio de terapia para psicólogos
Sin duda alguna, comenzar un proceso terapéutico con Lucía es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Gracias a su amor, a su cariño y a su saber hacer, tuve un proceso de sanación y transformación muy profundo, gracias al cual ahora tengo una vida sana, nutritiva y muy plácida.
Javier, 30 años, informático
Testimonio de psicoterapia
Mi experiencia con mi psicóloga fue buena y divertida, aunque al principio me costó un poco. Lo bueno era que podías contarle lo que quisieras y no pasaba nada. Podías hacer lo que quisieras y la mayoría de los días hacíamos dibujos.
Miguel, 12 años, estudiante
Testimonio de terapia infantil
Conchi, 69 años, jubilada
Acudí por indicación de una amiga paciente de Lucía. Desde el primer momento me sentí acompañada y con un trato cercano. Me está ayudando mucho, día a día me siento mucho mejor. Gracias a Lucía y a su terapia que ha conseguido que mi ansiedad haya disminuido mucho. En Alcea encontrarás los mejores psicólogos de Madrid. Muchas gracias.
Testimonio psicóloga Lucía Camín
Psicoterapia en Madrid
Rocío, estudiante de 4º E.S.O.
Después de varios intentos fallidos con otros profesionales llegué a ALCEA por una recomendación y conocí a mi psicóloga. La química fue inmediata, que para mí es lo más importante, ya que es lo que hace que me sienta cómoda y me pueda abrir. Es una gran profesional, cariñosa y con pasión por lo que hace. Mi experiencia ha sido excepcional y estoy muy contenta.
Rocío, 32 años, maestra
Quiero plasmar mi experiencia con la terapia. Desde hacía tiempo sentía curiosidad por este tipo de terapia y finalmente me convencí a hacerlo. Estaba es un momento difícil para mí y muy revuelta emocionalmente.
Mi terapia me sirvió para calmarme, ordenar mi cabeza, mi interior y, sobre todo, para aprender a gestionar las cosas de diferente manera y ver que la vida puede ser más bonita de lo que nos pensamos a veces. Si tuviese que resumir mi experiencia con tres palabras serían: paciencia, calma y positivismo.
Gracias.
María, 30 años, médica.
Llevaba varios meses intentando “estar mejor”, la solución que todo el mundo te da cuando lo pasas mal. Y aunque yo tenía la suerte de tener gente buena a mi lado, que me cuidaba, no lograba curar una herida que se abrió después de dejar mi relación de pareja. Nunca he sentido una tristeza tan honda, casi como ausencia total de todo.
Sobre la terapia en Alcea
No sé decir cómo, ni en qué momento exacto la terapia ha conseguido que vuelva a disfrutar con las cosas con las que ya no disfrutaba o por qué dejé de llorar y empecé a notar una cicatriz en el lugar del corazón donde notaba un vacío, o el proceso por el cual ahora siento aquellas cosas que antes ni me paraba a sentir, que puede que reprimiera, o que obviara….aún estoy aprendiendo. Sigo aprendiendo a saber quien soy y a manejar las miles de cosas que siento. Mi terapeuta se ha convertido en “mi tiempo”, en ese momento del día que te dedicas. En el altavoz que te rebota aquello que eres, o que temes, o que quieres….. Y ¿sabes lo mejor? ….. no pasa nada si no se puede solo, puede ser incluso mejor.
Testimonio de Psicoterapia en Madrid
Sonia, 46 años, maestra de infantil.
Sería complicado expresar con palabras el resultado de la terapia que sigo desde hace casi tres años ya… Pero realmente puedo decir que, aunque el proceso ha sido intenso y a veces largo, cuando miro hacia atrás siento que he avanzado en mi evolución personal… Y no sé si será en mucho o en poco pero el caso es que la sensación que tengo es que, sin duda, no hubiera llegado hasta aquí sin la inestimable ayuda de mi terapeuta, y en muchas ocasiones hasta más que eso.
Sobre la psicoterapia humanista
Para mí la psicoterapia humanista ha encajado en mi proceso como ayuda incuestionable, adentrándose en mi interior, puliéndome por dentro, sirviéndome como cincel moldeador, ayudándome a sostener aspectos de mi sombra, circunstancias de mi vida que no sabía muy bien cómo convivir con ellas…Y aún sigo en el proceso pero por fin, siento que algo me está ayudando a entenderme y a aceptarme y eso me encanta.
Francamente una de las mejores decisiones que tomé en su momento fue ayudarme apoyándome en los profesionales de este centro terapéutico. Gracias siempre
Testimonio de Psicoterapia en Madrid
Carmen, 34 años, arquitecta
Nunca me había planteado hacer terapia. Me parecía que eso era para otra gente. Pero después de una larga temporada dura de mi vida, en la que me repetía a mí misma demasiadas veces “no puedo más”, tomé la decisión de empezar.
Cuando comencé terapia en Alcea, comencé un camino en un ambiente que desde el primer día fue de cercanía. No fue fácil, muchas veces me frustré queriendo entender el funcionamiento, el mecanismo, lo que había que hacer. Me preguntaba a menudo cuándo iba a llegar a la meta. Poco a poco fui avanzando, sintiéndome acompañada. Y sin darme cuenta el cambio que buscaba empezó a suceder, sentí que me despedía de algo viejo y que algo nuevo llegaba.
Ahora me siento agradecida conmigo misma de haber dado ese paso.
Testimonio de psicología
Psicoterapia en Madrid
Gema, 34 años, psicóloga y psicoterapeuta
El acompañamiento que ha realizado mi terapeuta conmigo ha sido y es como un viaje de descubrimiento continuo para mi. En mi caso, he podido trabajar y enfrentar diferentes situaciones y heridas emocionales que desde mi infancia me estaban haciendo sufrir en mis relaciones. He aprendido a ponerle palabras a lo que sucede en mi interior, conectarlo a nivel emocional y corporal, y por tanto, conocerme mejor a mi misma. Este proceso me ha servido para encontrar un mayor equilibrio en diferentes aspectos de mi vida, como mi bienestar emocional o mis relaciones personales.
Como profesional de la Psicoterapia destaco de mi psicóloga su presencia, implicación y confianza de manera incondicional en las diferentes etapas de mi proceso terapéutico, donde siempre he sentido su profundo respeto y escucha a mis necesidades y a mi ritmo de trabajo.
Testimonio de terapia para psicólogos
Teresa, 50 años, diplomática
Recurrí a Alcea en una situación de acoso, que me convirtió en una persona diferente y me hizo perder mi propia identidad. Por primera vez en mi vida, me sentía paralizada por el miedo, obsesionada con mi situación. Hasta el punto de no poder pensar en otra cosa, derrotada e indefensa. Mi único objetivo era escapar de mi acosador. Aun renunciando a mí misma y a una vida que me había costado mucho construir. Había perdido totalmente el control, la autoestima y la confianza en mí misma y en los demás.
Mi experiencia como expatriada
Estando lejos de España, de mi familia y amigos, Alcea me proporcionó la facilidad de una terapia a distancia, por Skype, que ha sido esencial en mi recuperación. He aprendido a explorar mis miedos, mis necesidades y mis límites. Me ha dado herramientas para protegerme y buscar ayuda. Y lo ha hecho con empatía, cercanía y total disponibilidad. He recuperado mi confianza, el sentido del humor y las ganas de afrontar nuevos retos. Ahora sé que de este duro recorrido saldré más fuerte y que lo que he perdido por el camino me ha hecho mejor persona.
Carmen, 37 años, administrativa y estudiante
“Y así, me subí a ese avión diez años después, me fui a Nueva York y me permití disfrutar y ver la vida con otra perspectiva. También me hice a entender a mí misma que esto también es para mí y que yo también me lo merezco.”
He pensado en mil formas de empezar esta carta. En una despedida uno intenta buscar las mejores palabras, las que se queden grabadas y hagan la despedida perfecta. Después de mucho pensar me di cuenta de que no era una despedida, de que era un comienzo y entonces todo fue más fácil.
Mis inicios
Entré por la puerta de Alcea, asustada y pensando: «Ya que he pedido la cita, vengo hoy, pero no me vuelven a ver más. ¿Qué hago yo contando mi vida a unos desconocidos?» Pero qué poco sabía yo. Qué poco sabía que esos desconocidos se iban a convertir en parte de mi familia, de la que creemos que elegimos. Pero en realidad tampoco elegimos, sino que vienen a tu vida porque así había de ser.
Mi primer aprendizaje
Las charlas individuales me ayudaron a arrancar y a coger confianza.Y las grupales me empujaron al infinito. Así, compartir este proceso con toda esta gente maravillosa ha sido lo mejor del camino. Empezar a hablar y ver esas cabezas asintiendo, me dio el indicio de que algo bueno venía: los oídos y los corazones estaban abiertos. Me enseñaron cosas tan importantes. Como que no puedes hacer que los demás actúen y se comporten como tú quieres. Pero que puedes tener el valor de ser quien tú quieres ser y entonces, entonces empieza lo maravilloso de este camino. Porque no pasas la vida sufriendo y esperando que cosas que no están en tu mano sucedan. Así pasas a ser tú el que haces que esto pase.
Segunda lección
La segunda cosa que aprendí también cambió mi perspectiva por completo. Porque no se trata de encontrar una felicidad completa ni en la terapia, ni en la vida. Es complicado, siempre hay baches, siempre hay curvas. Se trata de disfrutar al máximo cada momento bueno que tienes, con la gente que tienes. Pero estar preparado para cuando viene lo complicado. Y eso me dio Lucía y mucha gente aquí en Alcea: las herramientas para hacer frente a los problemas y muchas, muchas veces vencerlos. Y así, me subí a ese avión diez años después, me fui a Nueva York y me permití disfrutar y ver la vida con otra perspectiva. También me hice a entender a mí misma que esto también es para mí y que yo también me lo merezco. Y así grabé en mi mente este viaje como señal del cambio.
¡Gracias!
Y con todo este aprendizaje y todo este amor, aquí pongo un punto y seguido con Alcea y con Lucía y con el grupo. Seguido, porque no me voy a ninguna parte. Porque sigo con vosotros y vosotros seguís conmigo. Pero de otra manera, de la que me habéis enseñado. Queriéndome, ayudándome y permitiéndome seguir con mi apertura al mundo. He aprendido a volar y ahora no voy a parar, no quiero parar.
Gracias por todo. Hoy puedo decir con orgullo que mi vida es otra y esto te lo debo a ti y a Capita. (La paciente habla aquí de su grupo de terapia).
Testimonio psicóloga Lucía Camín
Psicoterapia en Madrid
Carolina, 31 años, psicóloga y psicoterapeuta.
Alcea supone para mí un espacio cálido, contenedor y nutricio, de permiso, de respeto y aceptación incondicional. Sin duda es un apoyo en la búsqueda del camino hacia el autoconocimiento y el orden de mi mundo interno. El uso del sí mismo de mi terapeuta y su capacidad para compartir conmigo son elementos claves. Ya que posibilitan que mi proceso terapéutico vaya de la mano de un proceso de aprendizaje y crecimiento para ambas, tanto a nivel personal como profesional. Pues las vivencias de ese aprendizaje me facilitan un espacio de supervisión en el área profesional como terapeuta. Y lo hacen ayudándome a posicionarme de una forma más sana, provechosa, productiva y profesional ante el proceso de los clientes a los que acompaño en su proceso terapéutico. Sólo tengo palabras de gratitud para el elenco de profesionales del centro.
Testimonio psicóloga Lucía Camín
Terapia para psicólogos
Daniela, 35 años, Italia
A veces piensas que puedes con todo…te han un poco acostumbrado a ser la mujer que sola puede levantar el mundo y no necesita a nadie para ir adelante. Y sigues. Hasta que la carga se te hace insoportable y alguien te ayuda a ver las cosas de una forma diferente a la que estabas acostumbrada hasta entonces.
Mis inicios
Mi psicóloga llegó cuando ya no tenía fuerzas para encontrarme y cuando ya no me reconocía en la persona que pensaba que era. Ha sido un camino duro, con muchas cosas a las que enfrentarse. Adioses, puertas que cerrar, esquinas que limpiar, lágrimas, sonrisas y bienvenidas, … Pero gracias a ella _y con ella_ y a sus técnicas y a su experiencia, he logrado encontrar una nueva dimensión de mí que ha hecho las paces con (casi 🙂 ) todo el pasado. y que mira al futuro limpia de suciedades que me ataban a un presente que no me aportaba nada.
El miedo a enfrentarme con cosas que no quería sacar a la luz se ha ido transformando poco a poco en ganas de sanarlas y vivir sin un peso más mi vida. Mirar al pasado, presente y personas con ojos distintos. y no tener más ardores de estómago y rabias reprimidas. Tener las herramientas para ver, sanar e ir adelante.
Gracias a Alcea
Alcea ha sido mi punto de partida para un nuevo modo de ver y vivir la vida. Una cueva donde refugiarme y unos brazos que me han dado el apoyo que necesitaba. Ha sido un viaje precioso donde ambas me han tenido por mano y han estado a mi lado en todo momento como sombras de luz. Volvería a recorrer otras mil veces este camino si me lleva hasta donde me ha llevado. Gracias. Infinitas.
Ana, 31 años, agente inmobiliario
Mi nombre es Ana, soy rumana emigrante y trabajo desde siempre de cara al público. Trabajo con personas adelantándome a sus necesidades y ayudándoles a tomar las decisiones correctas. En mi país la educación sentimental brilla por su ausencia. Y necesitaba ayuda. Estaba asustada… aterrada y me sentía muy, muy culpable con el peso del mundo sobre mis hombros. Quería cambiar mi vida.
Mi experiencia previa
Estuve con el psiquiatra con tratamiento de depresión como dos años. Me tomé las pastillas como una chica buena todos los días, con mucha voluntad de salir de la bolsa de plástico en la que me sentía metida, sin poder respirar y ¡¡¡sin que nadie escuchara mi desesperación!!! ¡¡Salí un día del gabinete del psiquiatra con el alta!! Estaba bien desde el punto de vista químico (…) Pero, aun así, me sentía sola, incomprendida. Aun así, estaba decidida a lograr entenderme a mí misma por lo menos.
Mis inicios en terapia
Me recomendaron terapia con psicólogo al que fui y estaba bien.¡¡Pero mi problema era del alma!! Así que una amiga me recomendó terapia emocional. Fue así como conocí a ALCEA y a mi terapeuta.
A través de mi terapia, descubrí facetas y sentimientos míos escondidos, enterrados. No tenía ni idea de que estaban allí, raspando de los cajones y detrás de las puertas de mi ser, arañando y dañando mi alma desde el interior.
Sobre mi terapeuta
En mi terapeuta encontré una personacon mucha empatía, cariño y voluntad de guiarme por un camino de liberación y aceptación. Aprendí a escucharme, a pensarme. Fui descubriendo poco a poco las respuestas a mis gritos internos, me entendí y empecé a amarme. Gracias a consejos y técnicas aprendidas con mi terapeuta, me volví a valorar, a entender, a aceptar y volví a mi camino de crecimiento personal.
El camino fue largo, faltaban muchas piezas del alma de una niña que tuvo carencias afectivas graves (son mías así que para mí son graves) y faltaba aprender a llevar mis cicatrices metafóricas sin miedo (…).
Gracias ALCEA.
Es una bendición haberos conocido. El trabajo y los resultados fueron espectaculares, dado que yo puse tantas ganas y predisposición como mi terapeuta a lo largo de todas las sesiones. Con paciencia y cariño empezó a verse solución y curación.
Román, 35 años, informático
Me llamo Román y acudí a Alcea en 2010, cuando atravesaba una situación muy difícil en mi vida. Con 28 años, después de 3 años de matrimonio, todo se hundió. Mi pareja llegó incluso a intentar suicidarse en más de una ocasión. Todo parecía irnos bien pero, sin saber cuál era el motivo, cualquier cosa desencadenaba discusiones.
Gracias a la ayuda de mi terapeuta, conseguí afrontar el día a día desde otra perspectiva. Superamos juntos ese bache.
Mi terapia
Fue tan grande la conexión que años más tarde, tras diagnosticarme dos enfermedades raras, volví a contactar con mi terapeuta para que me ayudara nuevamente a superarlo.
Así, ella consiguió que apartara de mí la agresividad y aceptara mi nueva situación.
La terapia no se limitaba simplemente a llegar a un despacho, sentarme y hablar. Era mucho más, siempre te entendía y tenía las palabras que necesitabas oír en cada momento.
A día de hoy
Hoy, después de 7 años, puedo decir que conocer a mi terapeuta ha sido de las mejores cosas que me han podido pasar.
Sin duda, deja marca.