Habilidades sociales: aprende a conocerlas y potenciarlas

Habilidades sociales | Por Cristina Rodríguez de la torre , psicóloga

Las habilidades sociales son un conjunto de conductas que nos permiten relacionarnos con el resto de personas de manera efectiva y gratificante. Esta forma de comunicarnos, nos ayuda a resolver situaciones de manera adecuada. Tanto para uno mismo, como para el resto de las personas implicadas.

Estos comportamientos, aunque son aprendidos de forma natural, también se pueden enseñar y desarrollar con práctica.

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1 ¿Qué son y para qué sirven las habilidades sociales?
2 Tipos de habilidades sociales
3 Cómo potenciar las habilidades sociales
4 Conclusiones

¿Qué son y para qué sirven las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son un tipo de competencias sociales que nos ayudan a expresar sentimientos, opiniones y deseos de forma adecuada. Es decir, a comunicarnos con eficacia dependiendo de la situación en la que nos encontremos y comprendiendo también las necesidades del otro.

Y es que, las personas somos animales sociales y para poder sentirnos bien necesitamos mantener unas buenas relaciones sociales con los demás.

▷ ¿Qué pasa si no las tenemos?

Cuando no podemos interaccionar de la forma en la que nos gustaría con nuestro entorno, lo natural es que sintamos mayor malestar y estrés con uno mismo. Ciertamente, las investigaciones en esta cuestión, apuntan a que las personas que carecen de habilidades sociales son más propensas a sufrir depresión o ansiedad.

Además, si permanecen ausentes ciertas competencias sociales, primará la pasividad ante el enfrentamiento de ciertas situaciones. Generando conductas de evitación, para acabar aceptando las demandas de otros.

Finalmente, si no se sabemos cómo manejar las situaciones sociales, pueden aparecer conductas de agresividad. Imponiendo necesidades, sin tener en cuenta los derechos y deseos de los demás.

Si comprendemos y trabajamos nuestras habilidades sociales, estaremos en una mayor sintonía con nosotros mismos. Pues tendremos un control mayor en el manejo de nuestras relaciones interpersonales.

Tipos de habilidades sociales

Las habilidades sociales suelen diferenciarse en dos grandes categorías: las habilidades sociales básicas y complejas. Ambas categorías guardan relación con tres conceptos íntimamente relacionados: la asertividad, la inteligencia emocional y la empatía. A continuación veamos cuáles son estas habilidades que nos van a ayudar a integrarnos adecuadamente con los demás y por lo tanto sentirnos bien con nosotros mismos.

#1 Habilidades sociales básicas

▷ Saber escuchar:

Si nos paramos durante unos segundos a pensar cuál es la diferencia entre escuchar y oír, ¿sabríamos responder?

Aunque, aparentemente estas palabras parezcan sinónimos, no son lo mismo. Seguramente, las usemos de manera indistinta. Pero si reflexionamos sobre ellas nos daremos cuenta de que: mientras oír hace referencia a lo que percibimos por medio del oído. Por ejemplo, oímos la televisión de fondo mientras estamos comiendo y hablando con un amigo. Escuchar significa prestar atención a aquello a lo que se está oyendo. Por ejemplo, mientras comemos estamos escuchando lo que nuestro amigo nos está contando.

Por consiguiente, escuchar activamente lleva implícito, no solo prestar atención a lo que la persona dice, sino que también hemos de ser conscientes de cómo lo dice. Cuáles son las emociones que expresa y su lenguaje no verbal.

▷ Mantener una conversación:

El arte de saber mantener una buena conversación precisa de cercanía, amabilidad y la capacidad de saber comunicar lo que se quiere transmitir sin pretender imponer nuestra opinión. Ni parecer ajenos a lo que la otra persona está diciendo. Para mantener una buena conversación lo más importante es tener la mente abierta mientras la otra persona está compartiendo algo.

▷ Formular una pregunta:

Preguntar significa hacer uso de una correcta asertividad. De hecho, preguntar de manera asertiva es una manera de responder para pedir más información. Sin hacer prejuicios o inferencias sobre lo que la persona nos está contando. Sobre todo, es adecuado hacer preguntas cuando no se está comprendiendo lo que la persona nos está queriendo decir. De esta manera no malinterpretaremos sus palabras y haremos un ejercicio de tolerancia y respeto.

▷ Dar las gracias:

La razón es, precisamente, que gracias a esta expresión podemos conseguir múltiples beneficios para nuestras vidas. Como entablar relaciones más profundas, mejorar nuestra salud mental, nuestro optimismo y ser más conscientes de lo que hemos conseguido. Y lo que la otra persona ha hecho por nosotros.

▷ Presentarse:

Probablemente conozcamos a nuevas personas cada cierto tiempo. Es por eso que, saber cómo introducirnos es una habilidad clave. Una buena opción para entablar conversaciones es mantener contacto visual con el otro. Al hacer contacto con los ojos, se demuestra compromiso con la interacción. El contacto visual sirve para conectarse con la otra persona demostrando, así, que le prestamos toda nuestra atención.

▷ Empatía:

La empatía es la capacidad que uno tiene para ponerse en el lugar de la otra persona y saber lo que siente e, incluso, lo que puede estar pensando. Es por eso que, la empatía es esencial para poder tener relaciones interpersonales productivas. Y para saber cómo reaccionar ante el resto, haciendo que nos adaptemos a las diferentes situaciones sociales que se nos plantean.

#2 Habilidades sociales Complejas

▷ Pedir ayuda:

Ser conscientes de que no lo sabemos todo, de que podemos necesitar consejo, apoyo y ayuda en un momento dado. Saber pedirla cuando nos damos cuenta de que la necesitamos, denota un buen dominio de las habilidades sociales.

▷ Definir un problema, negociar y encontrar soluciones:

Con esta habilidad podemos llegar a acuerdos con mayor facilidad. Negociar y fijar metas con el objetivo de que ambas partes salgamos beneficiadas.

▷ Disculparse:

De hecho, pedir perdón es un acto realmente admirable. Ya que refleja nuestra capacidad para reconocer errores y ofrece la oportunidad de reparar el daño que hemos causado al otro. Además, pedir perdón también hace ver cómo de comprometidos estamos con la otra persona y lo que esta significa para nosotros.

▷ Convencer a los demás:

Al contrario de lo que pensamos, convencer no es manipular al que tenemos en frente. En realidad, es saber argumentar nuestro punto de vista, conectar con la otra persona para que comprenda lo que estamos queriendo decir y llegar a un entendimiento. Donde el otro haga una reflexión personal y valore su información contrastándola con otros. Más bien, convencer es crear impacto, desde el respeto, dando lugar a la reflexión mutua.

▷ Dar nuestra opinión sobre lo que pensamos:

Puede que, poder expresar lo que pensamos o sentimos y lo que nos gusta o no, sea una de las necesidades más importantes. Pues todo eso es lo que nos define y nos da identidad propia. Opinar significa poder expresar aquello que tenemos dentro. Compartiendo así experiencias y explicando el porqué de ciertas reacciones o comentarios que tenemos.

Del mismo modo, expresar lo que sentimos y pensamos, significa darle a la otra persona la posibilidad de que nos entiendan mejor. Y pueda ver los hechos desde nuestra perspectiva, aunque la suya sea diferente. Llegando así a un mayor entendimiento de ambas partes.

Mejorar las habilidades sociales, favorecerá el desarrollo personal y una mejor adaptación a las diferentes situaciones, transformándonos en personas más integradas y capaces de adaptarnos al entorno.

Cómo potenciar las habilidades sociales

Al comienzo del artículo veíamos cómo es posible el aprendizaje de las habilidades sociales. Es más, los expertos en el ámbito de la psicología han llegado a la conclusión de que aspectos como la correcta gestión de emociones, la comunicación eficaz y la empatía, pueden desarrollarse.

Además, otros aspectos relacionados con una efectiva comunicación social, como la postura corporal, la entonación, el lenguaje que usamos o la sonrisa, ligados también al manejo de situaciones sociales, pueden ser trabajados. Para que la persona ponga todos estos conceptos en práctica en sus futuras interacciones con el mundo exterior.

Tener un buen repertorio de habilidades sociales hará de nuestra vida más exitosa a nivel personal. Pues nos sentiremos más cómodos en el trabajo, con nuestra familia, pareja, amigos y cuando conozcamos a nuevas personas.

Por lo tanto, si no tenemos desarrollados estos términos y esto impide que nos sintamos cómodos en ciertas situaciones y con ciertas personas, es recomendable pedirle ayuda a un profesional de la psicología. Para así poder trabajar nuestro caso concreto y tener las herramientas adecuadas para saber cómo afrontar determinadas situaciones futuras.

▷ Técnicas para la mejora de las habilidades sociales

Algunas técnicas que podemos usar para potenciar nuestra manera de afrontar situaciones sociales, están relacionadas con fijarnos en las emociones que la otra persona expresa cuando está hablando con nosotros. Para ello, poner atención en la expresión facial y la postura corporal del otro es un buen comienzo.

Otra estrategia es aprender a gestionar las emociones propias para que nos dejen de bloquear en situaciones que nos resultan más extrañas o tensas. También es bueno expresar cómo nos sentimos en cierto momento. Que la otra persona sepa cómo estamos viviendo su interacción con ella hará que ambos nos posicionemos en la misma página. Y será más fácil, atendiendo a las necesidades de ambos, continuar la conversación.

Pedir que nos aclaren algo si no estamos entendiendo lo que la persona nos quiere decir, también es válido y acertado. Por lo que es bueno preguntarle si nos lo puede repetir, siempre hablando desde el respeto y la asertividad.

Es importante observar cómo nos desenvolvemos con los demás y analizar si nos sentimos satisfechos con nuestras relaciones sociales.

Conclusiones

En realidad, muchos de los problemas que tenemos actualmente, dan lugar a un déficit de habilidades sociales. Pues son pocos los trastornos psicológicos donde no se encuentre implicada, en mayor o menor medida, el área social.

Las relaciones que consideramos efectivas y victoriosas con nuestro entorno, harán que nos sintamos más valorados y respetados. Y, la consecuencia de esto, no es otra que la de aumentar nuestra autoestima. Y, por consecuente, sentirnos más plenos y tranquilos con nosotros mismos.

En resumen, una adecuada puesta en práctica de las habilidades sociales es ventajoso para saber cómo expresarnos y poder comprender a la persona que tenemos delante. Teniendo en cuenta sus necesidades, sentimientos e intereses. Para así poder llegar a la solución más rentable para ambos en una situación de desacuerdo o incomprensión.

Cuanto más ejercitemos las habilidades sociales, más cómodos nos sentiremos cuando interactuemos con los otros. Las relaciones serán más equilibradas y sanas. Y se podrá desarrollar una mayor confianza y autoestima a la hora de enfrentarnos a diferentes situaciones que no nos impliquen solo a nosotros. Incrementando, también nuestra calidad de vida.

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