Obsesiones y preocupaciones: Aprender a liberarnos de ellas

Obsesiones y preocupaciones | Por Inés Arregui, psicóloga

En este artículo veremos la diferencia entre las preocupaciones habituales y las que se vuelven excesivas, convirtiéndose en obsesiones. Haremos una lista de los temas que suelen dar pie a este tipo de rumiaciones. Veremos que son más comunes de lo que parece. En realidad, todos tenemos experiencia con estos procesos, pues muchas veces representan un intento de resolver una dificultad en nuestro camino. Descubriremos de dónde provienen. Muchas veces son una combinación de varios factores e influencias del entorno. Finalmente, aprenderemos algunos ejercicios y algunas pautas para manejarlas y averiguaremos qué hacer si éstos son insuficientes. 

¿Qué son las obsesiones y las preocupaciones?

▷ Algunas definiciones

  • La preocupación

    Se relacionan con la inquietud o el temor de que algo desagradable suceda. De hecho, la RAE define la palabra “preocupar” como “ocuparse antes o anticipadamente de algo”.

    Las preocupaciones son comunes hasta cierto punto: es más habitual preocuparnos cuando nos encontramos con un problema que no sabemos resolver. También podemos inquietarnos cuando nos enfrentamos por primera vez a una situación y carecemos de experiencia previa.

    La preocupación nos permite anticiparnos a las dificultades que puedan surgir. Además, nos moviliza para buscar y pensar en opciones y soluciones. No obstante, el problema surge cuando la preocupación se vuelve excesiva. En este caso estaríamos hablando de obsesión.

  • La obsesión

    La Asociación estadounidense de psiquiatría (APA por sus siglas en inglés) define la obsesión como “un pensamiento, idea, imagen o impulso recurrentes que se experimentan como intrusivos o inapropiados y que desembocan en una pronunciada ansiedad, angustia o malestar”.

    Esto desemboca en angustia o malestar, porque le impide concentrarse en su día a día o en el momento presente. De ahí que muchas obsesiones conlleven compulsiones en un intento de contrarrestarlas.

    Las compulsiones son pequeños rituales que se impone la persona para tratar de disminuir la obsesión. Por ejemplo, lavarse a menudo las manos para evitar la preocupación con los gérmenes.