Trastornos de la conducta alimentaria ¿Qué son y cómo tratarlos?

Trastornos de la conducta alimentaria

Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades mentales severas caracterizadas por alteraciones en los comportamientos de ingesta y control de peso. Hoy en día, esta enfermedad perjudica a multitud de personas en todo el mundo. De hecho, puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo, raza y/o estatus social. Sin embargo, se observa una mayor incidencia durante la adolescencia y en las mujeres.

Esta enfermedad está clasificada en diferentes subtipos, dependiendo de las conductas manifestadas por el paciente.

• Anorexia nerviosa: caracterizada por conductas restrictivas, miedo a la ganancia de peso y extrema preocupación por la imagen corporal.
• Bulimia nerviosa: caracterizada por episodios recurrentes de atracón junto con una posterior conducta compensatoria.
• Trastorno por atracón: la persona lleva a cabo episodios recurrentes de atracón (ingestas de comida elevadas, en un tiempo reducido y con sensación de pérdida de control y posterior culpa). Se diferencia de la bulimia por no existir una posterior conducta compensatoria.
• Trastorno evitativo de la ingesta alimentaria: caracterizado por la disminución del interés por la comida o la evitación de la misma debido a una emoción asociada a ella. Por ejemplo, miedo a atragantarse.

¿Te suenan los siguientes conceptos? Quizás has oído hablar de ellos, son términos utilizados actualmente para explicar comportamientos y/o pensamientos que se observan en personas con un Trastorno de la Conducta Alimentaria.

Fear Foods: Traducido literalmente es “Miedo a la comida”. Consiste en aquellos alimentos prohibidos para la persona que padece este tipo de trastorno. Son las comidas, que independientemente de su valor nutricional, suponen todo un reto para el individuo, debido a que, su ingesta está acompañada de emociones como la angustia, la culpa, etc., asociado todo ello a la creencia de que ese alimento en concreto le va hacer engordar.

Body Check: lo que significaría en español “Chequeo corporal”. Es la tendencia que tienen las personas con TCA de hacer comprobaciones de manera continua sobre su propio cuerpo, con el objetivo de asegurarse que no ha habido una modificación corporal.

Glow-UP: este concepto es a día de hoy utilizado en las redes sociales para referirse a los cambios drásticos de físico, en los cuales se alaba la gran pérdida de peso.

 Cheat day: Observado principalmente en la anorexia nerviosa de tipo restrictivo. En español conocido como “Día trampa” o “Comida trampa” (CheatMeal). Hace referencia a aquella comida o día en el cual la persona se da permiso para comer sus alimentos prohibidos (FearFoods). Estas ingestas suelen estar caracterizadas por ser hipercalóricas, en un periodo de tiempo limitado y estar asociadas a sentimientos de culpa, vergüenza, ect.

Dismorfia corporal: Hace referencia a la percepción alterada del propio cuerpo. La representación mental del físico no suele coincidir con la imagen real de la persona.

A continuación, te mostramos una serie de conductas que pueden ayudarte a identificar el trastorno.

• Niego estar haciendo una dieta restrictiva.
• He cambiado mis hábitos alimentarios.
• Rechazo mis señales de hambre.
• Oculto mis cambios de peso bajo ropa ancha.
• Ha aumentado mi interés por la comida (cocinar para otras personas, buscar recetas por internet, etc.).
• He reducido mis porciones y/o como más despacio.
• Evito comer con otras personas.
• Han aumentado mis comportamientos obsesivos (rituales, limpieza excesiva, etc.).
• He comenzado a aislarme socialmente y/o mi estado de ánimo es bajo.
• Hago más ejercicio y/o no me permito saltarme la rutina diaria.

Entonces, ¿Te sientes identificado con alguna de estas conductas o conoces a alguien que las lleva a cabo en su día a día? Si es así, es importante que consideres la posibilidad de contactar con un profesional de la salud mental.

Parece que hay grandes discrepancias sobre el origen de los Trastornos de alimentación. Aparentemente no existe una única causa. Los últimos estudios en el ámbito biológico indican que hay multitud de factores influyentes fuera del control consciente y/o voluntario de la persona. Sin embargo, la evolución de la enfermedad favorece a una red de sistemas biológicos.

Habitualmente, esta enfermedad se manifiesta durante la adolescencia. Debido a ello, el padecerla podría suponer para la persona la interrupción de su proceso normal de desarrollo.

A nivel genético, no existe gran evidencia que demuestre la relación entre los genes y las conductas alimenticias patológicas. Pero, a nivel cognitivo, se ha observado una relación entre las emociones y los pensamientos obsesivos en relación a la comida.

También, se ha podido observar que las personas con un trastorno de la conducta alimentaria manifiestan una alteración química a nivel cerebral. Los receptores de serotonina y dopamina se muestran reducidos durante el proceso de la enfermedad y la posterior recuperación.

Por lo general, el apoyo del entorno será altamente beneficioso para el paciente con una problema alimentario. Si tengo sospecha de que un familiar está sufriendo este tipo de trastorno, puedo pasar a la acción de la siguiente manera.

• Realizarle preguntas con amabilidad, transmitiéndole con tranquilidad mi preocupación.
• Haciéndole saber que somos conscientes de que está viviendo una situación complicada.
• ¡Ten paciencia!, quizás necesite tiempo para asumir lo que le ocurre.
• Elige un ambiente calmado y fuera del momento de comer.
• No uses las amenazas como herramienta (hasta que no te termines el plato no te levantas de la mesa).
• Entiende con empatía sus conductas defensivas.