Como hemos visto, la timidez y vergüenza guardan relación con la gestión del miedo en el día a día. Y las buenas noticias son que podemos aprender a gestionar nuestros miedos saludablemente. Y, de esta forma, cambiar las creencias sobre nosotros mismos y la forma de relacionarnos con los demás. Para ello, la inteligencia emocional nos ofrece herramientas prácticas para que podamos por nosotros mismos canalizar, reflexionar y actuar adecuadamente en base a nuestras emociones. O si prefieres hacer ese proceso acompañado, te ofrecemos nuestra terapia emocional.
Pero si el miedo social, tan vinculado a la timidez y vergüenza, está ahí, es porque hay una razón para ello y necesitamos tratarlo. Ante todo, este miedo necesita ser comprendido y escuchado. Para la mayoría de personas con las que he trabajado, el miedo se instaló en su mundo emocional a lo largo de experiencias vividas anteriormente en su historia. Unas vivencias en las que había una necesidad psicológica o emocional que no fue atendida o satisfecha adecuadamente. Cuando no se atienden nuestras necesidades emocionales, es cuando más miedo sentimos. Sin embargo, este miedo habitualmente saldrá a la superficie de otra forma, disfrazado. Así que te animamos a que puedas descubrir qué historia se esconde detrás de tu timidez y vergüenza.