▷ Conflictos en las relaciones interpersonales. Generalmente las personas deprimidas se muestran irritables y distantes. Esto suele generar tensiones, disputas o distanciamientos con los demás. Frecuentemente los más allegados pueden sentir impotencia e incomprensión al tratar de ayudarlos. También miedo por las extrañas conductas. E incluso enfado y mucho estrés.
▷ Bajo rendimiento. Muchas personas presentan dificultades en el desempeño de tareas, incluso las más básicas. Así, se vuelven incapaces de enfrentarse a su día a día. Esto hace que su rendimiento decaiga en el trabajo, en las tareas domésticas, en su higiene personal, etc. Con los graves riesgos que esto implica.
▷ Problemas médicos. Frecuentemente, las personas deprimidas acumulan otras patologías. Aproximadamente el 58% de quienes sufren depresión presentan también un trastorno de ansiedad. También, tienen un menor funcionamiento del sistema inmunológico. Y presentan hábitos no saludables (tabaco, alcohol, sedentarismo…). Por lo pueden sufrir otras afecciones físicas (obesidad, problemas cardiovasculares, gripes…).
▷ Baja autoestima que retroalimenta su estado depresivo. Muchos pensamientos negativos y persistentes que les hacen sentirse cada vez peor. Con creencias negativas sobre sí mismos. Así, es frecuente que se sientan, diferentes, “menos”, culpables, avergonzados y muy temerosos de sus opiniones.